Flema Eterna by Chaqueta de Chándal

Chaqueta de Chándal vuelven a la carga con sus sintes, sus guitarras y su ironía más afiladas que nunca. El trío barcelonés publicará el próximo 25 de octubre su su tercer disco, “Flema eterna”, grabado y producido por Joan Colomo.

Con el nuevo álbum, Chaqueta de Chándal prosiguen su viaje hacia ese lugar recóndito donde se encuentran el pop, el krautrock y el punk, un camino para valientes que arrancó con lucidez en “Gimnasia menor” (2019) y “Futuro, tú antes molabas” (2022). El pop lisérgico e inmersivo sigue ejerciendo de vehículo para la habitual causticidad de sus letras.

Por más que el título remita a los 80 por su guiño a las Bangles, la inspiración del disco apunta una década más atrás, a los 70, a esos álbumes de rock sinfónico con temas que se desarrollaban a lo largo de toda una cara. La aportación de Chaqueta de Chándal al género es “Tamagotchi Antisistema”, su composición más ambiciosa hasta la fecha, que con sus tres partes más intro constituye el núcleo principal -en lo musical y lo ideológico- del disco.

El viaje sigue en la cara B con los temas que se han ido avanzando en formato single. En "Objetivo indiscreto" ponen el foco en una sociedad de la información convertida en sociedad de la vigilancia. "Declaración universal de unos desechos humanos" es un canto de amor hacia la fauna que nos rodea; la literal, porque de la figurada ya no esperan demasiado. Y “Estoy al horno” es un irónico lamento sobre los desajustes cotidianos que la burocracia regala a quienes osan instalarse en España para vivir y trabajar, con la voz de Natalia Brovedanni al frente.

Chaqueta de Chándal son Guillem Caballero (voz, teclados y sintes), Natalia Brovedanni (voz y guitarra) y Alfonso Méndez (batería y coros), acompañados en diversos temas por Pablo Volt a la trompeta.

Jugando al ping pong una madrugada de muchas en una de las mesas de la plaza Joanic de Barcelona, Natalia, Alfonso y Guillem decidieron montar un grupo de música. Dicen estar seguros de que de
haber sido Nicolás, Rufino y María lo habrían montado igual.